7 de abril de 2016

CARTA AL PRINCIPITO



                                                                                                              

                                                                   A Mari Trini, mi estrella.


Esta carta, si fuese niño,
sería una carta a los Reyes,
a los magos de Oriente, pero
vengo de vuelta de mil decepciones
y unas cuantas derrotas
y ese niño se perdió una noche...
y dejo esta misiva al pie de una duna
de la playa de Bolonia, cerca de Tarifa:

"No se ve lo que es importante."

Palabras blancas escritas
con polvo de la cola de un cometa,
aptas para iniciar el vuelo
y traspasar la frontera,
donde se pierden falsedades
y la risa de ese niño resuena
con el titilar de las estrellas,
más allá de las alturas.
Sus por qués aún resuenan...
miro hacia lo alto y busco,
con la impaciencia de quién sabe;
mis torpes ojos ni tan siquiera
adivinan su milimétrico terruño
y sé que en línea recta se encuentra,
pero no averiguo el par de coodenadas.

Intento recordar torpemente
la escena de aquella noche.
Ambos sentimos miedo,
recuerdo su sonrisa,
la tibieza de su cuerpo.
Esta noche... su estrella
estará sobre mí...
como en aquel  entonces.

"No se ve lo que es importante."


Cierto, y esta noche vuelvo
para contemplar de nuevo
lo inmenso que es el cielo.
Tengo necesidad de consolarme.
¡Qué alegría el haberte conocido,
qué tristeza el no estrechar tu mano!
Fue una mala jugada, pero es un lujo
por la noche, oír como ríen las estrellas.
Desde entonces nada es igual.

La risa de tu risa
            de tu flor
            de tu estrella
borrarán cada noche,
               cada año
todas las tristezas…

Sabes que me prometiste un regalo,
fresco... como el agua
y aún espero...
en el más bello y triste
                                     de los paisajes.

                      Ildefonso Gómez Sánchez  (2009) (c)


                         

3 de febrero de 2016

CANCIÓN ANÓMALA





Lo que canta el agua,
sólo la sed
puede musicar.

El lodo se cuartea en el cauce
ante el inclemente sol del verano,
flanqueado de cantos sin aristas.

Y el río
en su inmovilidad es testigo
                                               de rumores.
Sabe implacablemente ser,
                                             permanece
en un mundo dinámico de cambios.

El agua no hace el río,
El cauce aun de grava,
dice de una canción
                                 de agua.

Lo que canta el río.
Lo que calla el agua.


Ildefonso Gómez Sánchez (2012) (c)

28 de enero de 2016

CIRIO




Cilindro de sombras,
pozo de luz, que ahoga
gota a gota la persistente memoria;
dónde el pábilo alumbra
el destino de las almas,
perfumado por el libar
constante  de las abejas
en las dulces flores de enero.


Luz de luz, pena extinta,
redención de vida.
Calor tenue, temblor de voces,
ocultas bajo el melisma
de una cansina plegaria.



Volcán extinto, fuerza ahogada
                                                   eres
en este momento que me duelo.
Soledad y frío siento en los adentros,
alfileres de escarcha, sudor del miedo,
plegado en cada arruga de mi cuerpo.

Ildefonso Gómez Sánchez (c)







10 de enero de 2016

HOY ES SIEMPRE




Hoy es siempre todavía,
la lluvia golpea la ventana
y el viento ulula soledades
en la calle mojada y vacía.

Siento tu cuerpo junto el mío
y siento como pasa el tiempo.

Por suerte, hoy es siempre
                                           todavía.


Ildefonso Gómez Sánchez  (c) 2016