Lo que canta el
agua,
sólo la sed
sólo la sed
puede musicar.
El lodo se
cuartea en el cauce
ante el inclemente sol del verano,
flanqueado de
cantos sin aristas.
Y el río
en su inmovilidad es testigo
en su inmovilidad es testigo
de
rumores.
Sabe implacablemente ser,
Sabe implacablemente ser,
permanece
en un mundo
dinámico de cambios.
El agua no hace el río,
El cauce aun de grava,
dice de una canción
de agua.
Lo que canta el río.
Lo que calla el agua.
Ildefonso Gómez Sánchez (2012) (c)